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Entrevista a Pedro Bevilacqua, subdirector del Archivo General de la Nación
Por Guadalupe Morales Sosa y Cecilia Moreno
Fuente de constante consulta para los documentalistas, el Archivo General de la Nación Argentina es considerado uno de los archivos más importantes de América Latina. Pedro Bevilacqua, su subdirector, revindicó la calidad de público del archivo y enfatizó en la difusión del acervo documental nacional.
“El material con el que cuenta el archivo es muy valioso, a veces parte de ese material queda olvidado si no lo podemos catalogar, la gran tarea, lo que se desconoce, es la absoluta importancia de la conservación y la catalogación, si no se cataloga el material entrante, las generaciones sucesivas no van a saber lo que hay en un rollo” contó el subdirector del Archivo General de la Nación (AGN) Pedro Bevilacqua.
El AGN no maneja presupuesto propio, lo que impide a su dirección disponer de fondos que resuelvan necesidades impostergables e inmediatas; la institución realiza el pedido de insumos y el ministerio se ocupa de licitarlos, comprarlos y enviarlos, lo que conlleva un considerable retraso ante cada pedido, conforme han expuesto sus
autoridades.
“Después de la privatización de los canales, nos fue muy difícil conseguir material de los noticieros”, afirmó el subdirector. “El grave problema es conseguir material, porque lo que es su momento los canales no habían pasado por el montaje, tiraban o no usaban, el AGN las aprovechaba, parte del material que tenemos eran colas, con hallazgos indudables porque muchas veces pasaba que lo que se tiraba no era lo importante para el medio que lo hacía, pero si cuenta con valor desde algún punto de vista”, declaró.
“Después de la privatización de los canales acá no llegó mas nada”, afirmó que el canal público atesora más que los canales privados y tampoco nadie tiene acceso ese material. Bevilacqua señaló que la emisora estatal Canal 7 “se porta como un medio privado con precios internacionales de 1.800 dólares por minuto de video que cobran” aseguró además que “El AGN solo podría comprar dos minutos con su caja chica, sólo acceden como alternativa el canje de documentos”.
La dinámica que utiliza el AGN para abastecerse es canjear “un particular que viene a pedir un material antiguo le preguntamos que nos puede ofrecer para canjear, esta es la forma que utilizamos para poder conservar cierta actualidad. El canje también funciona para el particular como forma de abaratar costos”, agregó.
Cuando se presentó la Ley de Radiodifusión, Bevilacqua comentó al respecto, “consideramos que era importante y planteamos la necesidad de nuestro abastecimiento, pero no llegamos a obtener una respuesta, pero la ley de archivos plantea que el AGN tiene derecho sobre esos materiales”. La ley Nº 15.930 sancionada en 1961, en el gobierno de Arturo Frondizi, establece las funciones del Archivo General de la Nación y contempla en varios de sus artículos que el rol del AGN es mantener y organizar la documentación pública pertenecientes al Estado nacional, y que integren el patrimonio del archivo, o la documentación privada que le fuera entregada para su custodia, por otra parte, en la ley consta que el AGN tiene la atribución de solicitar de instituciones privadas y de particulares información acerca de documentos de valor histórico que obren en su poder.
Creemos que es importante que la lucha por el acervo documental público pueda continuarse en el debate por la ley de Medios audiovisuales, ley que reaplazaría la ley de Radiodifusión de la dictadura.
Marco histórico y patrimonio del AGN
El Archivo General de la Nación alberga a más de dos millones y medio de fotografías, unos 25.000 registros sonoros y 3.600 películas. “Fundamentalmente, el origen del AGN fue el Archivo Gráfico de la Nación(los fílmicos que se tomaban en los actos de protocolo del Estado, algunos noticieros, etc.) este fue el comienzo”, comentó Pedro Bevilacqua. “Uno de sus fundadores fue Lomuto, que fue subdirector del AGN y fue el que crea el museo de la palabra. Sumado a eso, cuando hay un conflicto en Sucesos Argentinos, se dijo que se iba a quemar el material o mal venderlo para hacer peines, porque el celuloide era una de las formas que había, una gran cantidad de ese material se compró para el AGN”, declaró el subdirector.
El primer film conocido, más antiguo, que se atesora en el archivo es la operación del doctor Posadas, se encontró una cantidad de latas cuando se estaba demoliendo el viejo Hospital de Clínicas. Esta filmación se hizo al aire libre porque, es ese tiempo, era la única posibilidad que se tenía para tener luz, y para que en las películas pudieran salir los contrastes. La operación de quiste hidatídico realizada por el doctor Posadas fue la primera filmación que hay en Argentina. Otra de las primeras filmaciones, fue un noticiero de la visita del presidente Salles de Brasil, que fue recibido por Roca y Mitre.
Bevilacqua contó que otro de los elementos que conservan es una película dirigida y producida por Alcides Greca, El último Malón, que es primer largometraje argentino en 35mm, filmada en 1917, diez años antes de la aparición del cine sonoro, esa película duraba una hora treinta, y se pudo recuperar una hora aproximadamente. “Trata del malón a San Javier, que se frustra porque los colonos se enteran y reprimen a los indígenas. Las características de esa película son novedosa desde muchos ángulos, por ejemplo, cada capítulo estaba virado a un color originalmente- luego se hizo la copia blanco y negro que es la que tenemos en el archivo- sepia, verde, azul, esos colores tenían que ver con una técnica que dilataba al color, esto era una novedad para la época”.
Otro dato significativo es que “salvo dos actores profesionales, las mil quinientas personas que están en el film son indígenas que formaron parte del malón o defensores de la ciudad, o sea que los dos bandos hicieron la película”. “Es un film de denuncia”, agregó porque habla de la explotación de que eran objeto los indios por parte de los colonos, es una película interesante de ver desde el punto de vista antropológico y folclórico porque aparece un baile que después va a ser el origen nativo del chamamé. Así como el chamamé tiene un origen europeo, la polca, tiene una parte indígena que es el baile que aparece en la película. El último Malón es una de las películas que atesora el AGN. “Hace un año en la Noche de los Museos se hizo una recorrida y pudimos proyectar en el auditorio del archivo, a sala colmada, la película. El público la ovaciono de pie lo que indica que realmente para la época desde el punto de vista filmográfico, antropológico y desde la novedad, Alcides Greca hizo un trabajo excepcional, y lamentablemente nunca fue reconocida su notable labor como precursor, por eso creemos que es un rescate muy importante que el archivo cuente con su obra”, aseguró.
El AGN cuenta con otra cantidad de films y de elementos de audio, uno de ellos fue un hallazgo en cinta de papel magnético sin catalogar, cuando se lo puso a funcionar el grabador de papel, cuenta Bevilacqua, “se escuchó una voz que se consideró que era ruso, se consultó con la parte cultural de la embajada, y resultó que nosotros teníamos una grabación de Tolstoi hablando sobre La Guerra y la Paz, acá en Buenos Aires. Eso indica, indudablemente, que el material con el que cuenta el archivo es muy valioso. “A veces parte de ese material queda olvidado si no lo podemos catalogar, por eso los descubrimientos, no por nuevo, sino porque no estaba catalogada”, agregó.
“Por suerte no hay mucho material antiguo sin catalogar, el problema que se tiene es que cuando se cataloga, hay que ser escéptico, hay fichas que están cargadas ideológicamente, que las dejamos por lo anecdótico o por lo absurdo. Indudablemente, no es un método como para plantearlo, por ejemplo, “el régimen depuesto, etc”, esa ficha fue confeccionada en la Revolución Libertadora, cuando cae el General Perón, ellos plantearon toda un especie de catalogación muy extraña, parte de eso lo dejamos porque lo expresado en esa ficha constituye un documento histórico, carente de objetividad”, afirmó Bevilacqua.
Precios y canjes
Consultar el archivo no es gratuito porque los soportes en que están los filmes son antiguos. Se trabaja con máquinas con U- Matic o Beta y la forma de poder mantener ese material, y para poder suplir la falta de elementos nuevos, se cobra un insumo, que esta establecido por el Ministerio del Interior, y que esta bastante desfasado de los precios del mercado, de esta manera se puede seguir manteniendo el servicio.
El archivo no cuenta con el presupuesto suficiente para realizar reparaciones entonces el método de canje es utilizado para poder seguir manteniendo el servicio. Se canjea material por el pago del mantenimiento de una máquina.
Hay parte del acervo que no esta pasado a video, que esta en 16mm o en 35mm “el problema es como lo pasamos cuando viene una persona a buscar ese material, lo que nosotros le proponemos es que el particular contrate el servicio para hacer el transfer de la película, personal de la casa lleva la película a esa empresa que la persona contrató, y nos dan una copia en video a nosotros y una al usuario que lo contrata, el canje es hacer el transfer de la película”,afirmó Bevilacqua.
Con respecto al material fotográfico, cada imagen sale en el AGN tres pesos, un costo bastante mas bajo de los precios que cobran en plaza. La diferencia esta en el tema del copyright, ningún banco de imagen otorga el copyright, por lo tanto, por cada emisión de la imagen se debería pagar el copyright a ese banco de imágenes, “eso en el AGN no ocurre” aseguró. “En vez del pago, por ejemplo, se pide película en blanco y negro que es con el material que trabajamos, por un tema que hace a la conservación del material, nosotros no trabajamos con película a color porque su deterioro es más rápido que la película blanco y negro. Cuando uno va a buscar películas en color, o viran al naranja, por eso aún lo que viene en color, nosotros lo pasamos en blanco y negro porque es una forma de conservarlo”.
El mínimo para llevar son 10 fotos, como canje se le pide el rollo de blanco y negro de película virgen. “Nosotros lo solicitamos para ir renovando el material que se va venciendo, funciona como copia de seguridad”, afirmó.
Bevilacqua contó que el copyright se entrega libre de pago, con el pago que se hace con el canon establecido por el Ministerio, ya esta habilitado a usar el copyright, esto no ocurre en ningún lado porque además de tener que pagar por la película se debe pagar por el copyright, cada emisión que se hace de este material se tiene que pagar. Cuando hay algún material, por ejemplo en las fotos, si tiene firma o se establece su autor, se advierte que el material se puede consultar pero no publicar, porque hay personas que han donado esas imágenes al AGN, pero con la condición de conservar el copyright.
Camino hacia la digitalización
En cuanto a digitalizar el archivo fotográfico, Bevilacqua aseguró que la postura es seguir con el soporte original de la fotografía porque mantiene la rigurosidad documental, ya que lo digital es plausible a ser sometido a un trucaje. La digitalización es una aspiración del AGN pero siempre conservando su soporte original.
En cuanto al proyecto de digitalización de todo el material fílmico, el Ministerio presupuestó 20 millones de pesos, un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para la parte de documentos escritos “la idea es que comience este año y creemos que antes de entrar en el Bicentenario vamos a tener la posibilidad de contar con los documentos digitalizados” afirmó el subdirector.
Lo digital es una necesidad, la ventaja principal es que vamos a contar con una base de datos que permita observar desde una computadora el material con el que cuenta el AGN, además se desalentaría la depredación y el hurto.
Las copias serian mucho más económicas, no es lo mismo sacar la copia de beta, cuyo soporte cuesta aproximadamente 120 pesos, que un dvd. Los costos serian inconmensurablemente diferente, aunque la calidad diferiría mucho.
La necesidad es tener soportes confiables, pero también esta la necesidad de tener soportes mas baratos, la tecnología es barata y la idea es que el AGN pueda contar con esta posibilidad también.
“El material digitalizado seria controlado por nosotros, la calidad de la digitalización, y principalmente, que se mantengan las características del material original”, enfatizó Bevilacqua y aseguró que últimamente se ha empleado nuevo personal que permitió suplir una falta de recursos que tenían hace tiempo.
Bevilacqua asevera que los ciudadanos argentinos son los verdaderos dueños del acervo documental del AGN, y hace un pedido especial a los documentalistas que cualquier material que sobre de montaje y lo quiera desechar, aún sus operas primas y en el soporte que sea, lo puedan ceder al AGN, que es el lugar específico donde va a estar protegido de los avatares del tiempo. Bevilacqua asegura que “Esto es lo grande del AGN, que hay muchas cosas que están pérdidas para mucha gente, pero siguen estando aquí”.
Requisitos AGN
Mayor de 18 años, tener DNI o pasaporte (en caso de ser extranjero).
AGN
archivo@archivo.gov.ar
www.mininterior.gov.ar
Av. L. N. Alem 246 1º
(1003)
C.A. Bs. As.
Se consulta por medio de un fichero
Dos formas de entrada:
Parte onomástica (por las iniciales de los apellidos) y parte temática (se busca por tema)
Cada ficha contiene los datos técnicos del film o del audio (duración, soporte, etc.) y remite a un número de legajo.
En el legajo se encuentra la información de manera mas exhaustiva, cuando la persona elige el material, solicita la fecha para visualizar o escuchar el audio y grabarlo si lo desea, lo puede grabar en simultaneo si el investigador cuenta con equipo propio.